6 CHERRY PLUM / CERACIFERA
Prunus cerasifera
Miedo a la locura, o perder el control

Descripción del estado: Temor a la pérdida de control, a enloquecer, a perder los estribos, a matar a alguien o a matarse.
Verbalizaciones frecuentes: "O le mato o me mato yo", "Temo perder el control y volverme loco", "Se me mete en la cabeza que tengo que tirar a mi bebé por la ventana y temo que algún día de éstos no podré controlarme", "Cuando estoy en una habitación no pierdo de vista a nadie", "Si me enojo, ¡sálvese quien pueda!", "Estoy tan mal que temo cometer una barbaridad sin darme cuenta de ello", "En la más leve discusión con mi mujer temo que le voy a clavar un cuchillo en cuanto me dé la espalda", "Mis nervios están tan tensos como las cuerdas de un violín", "Tengo la sensación como si alguna fuerza se hubiera apoderado de mí y me manejara".
CHERRY PLUM Calma mental, Paz del alma
Para la desesperanza, el miedo a la locura, la pérdida del autocontrol, los temores obsesivos y los impulsos incontrolados.
Una persona en el estado de "cerasifera" tiene miedo a enloquecer o trastornarse. Es el conflicto interior entre el impulso de los sentimientos o el instinto consciente y la razón negadora lo que le ha llevado al borde de la demencia.
El estado de "cerasifera" marcado significa una emergencia aguda. No se puede sostener el ánimo y en caso necesario hay que proporcionar un tratamiento psiquiátrico, pues existe el peligro de suicidio o de llevar a cabo acciones irreflexivas. Las energías sensoriales mantenidas encerradas en el subconsciente han alcanzado una tensión que la conciencia apenas puede controlar, pues la persona del tipo "cerasifera" tiene muchos dolores psíquicos que resultan del conflicto entre sus impulsos vitales y el entorno que se los niega, que ha sido empujado hacia la profundidad y que así continúa. Con ello ha acumulado un gran potencial destructivo.
Puede observarse con frecuencia que se trata de personas originalmente vitales y con ganas de vivir, que simplemente no pudieron o no pueden hacer su vida. Pero un día, su cara auténtica, no consciente, amenaza con tomar el poder lo mismo que un pueblo oprimido inicia una revolución para descargarse con una enorme ira destructiva. La incapacidad y el miedo a hacer realidad su potencial de sentimientos acumulado puede hacer tan insoportable la presión interior que a menudo esperan encontrar alivio con la muerte.
Los seres humanos en este estado son como poseídos. Parecen estar presos de fuerzas extraterrestres, de modo que nos quedamos desconcertados ante ellos y hemos de constatar que nuestras explicaciones a menudo no son suficientes para comprender la situación. Hay también influencias planetarias que desempeñan un cierto papel, lo mismo que determinadas condiciones climáticas.
Particularmente críticas son las épocas de cambios hormonales. Se sabe por ejemplo que es estos momentos es cuando aparece la esquizofrenia juvenil, en la que una fuerte vitalidad (= sexualidad) no se materializa en una forma coordinada y puede descargarse como una psicosis. En todos los estados psicóticos está indicado básicamente un ensayo con cerasifera, aunque sólo sea como medicación adicional. La cerasifera debe estar en todas las consultas psiquiátricas.
Estados menores desarrollados pueden verse en niños cuando experimentan súbitas explosiones de genio (por ejemplo una rabieta destructiva) o cuando por la noche y en forma de enuresia rompen las ligaduras de su control moral. Son síntomas a los que habría que atender pues significan que el entorno exige a estas personas una excesiva autorrenuncia (por ejemplo en forma de una moral religiosa).
A las personas del tipo "cerasifera" hay que obligarlas a que vivan sus sentimientos lo más a menudo que les sea posible. Para ello están indicadas muchas de las fisioterapias habituales en la actualidad, en las que se liberan emociones retenidas y fijadas en el cuerpo y se las vuelve conscientes. También está indicada la psicoterapia con el objetivo de abrir las barreras de la moral interna y hacer desaparecer el miedo ante lo reprimido.
Mientras que no estén en condiciones de realizar su vida de modo normal, habría que proteger a estas personas de todo tipo de carga emocional. Cuando tienen arranques de genio no hay que impedírselo, mientras que no sean destructivos. Lo más que suele necesitar la persona del tipo "cerasifera" es un entorno amable, que le dé confianza para expresar sus problemas emocionales. Mientras que no sean ellos mismos los que cambien en su modo de percepción, la mayoría de los allegados más próximos no estarán en condiciones de hacerlo, ya que normalmente fueron ellos los que con "cariñosa" insistencia han limitado y educado al niño en su propia moral (religiosa o social).
El "castaño común" se relaciona también con un estado de extrema necesidad psíquica y falta de salidas; pero no tiene tendencias al suicidio, y el estado de “vervain” representa el miedo y el pánico por influencias externas.
El aspecto positivo de Cherry Plum se encuentra en el coraje calmo y callado y la resistencia del prisionero de guerra que, bajo tortura física y mental no pierde sus fuerzas.
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